Nuestros compañeros dejaron una marca imborrable en nuestras vidas y en nuestro trabajo. Su dedicación, amabilidad y espíritu han sido una fuente de inspiración para todos nosotros. Aunque ya no estén físicamente aquí, su legado y su impacto perduran en cada uno de nosotros.

Quiero tomar un momento para recordar a un compañero muy especial, Alfredo Ruz. Alfredo era alguien lleno de alegría y su risa inconfundible siempre nos alegraba el día. Venía del Colegio Murialdo y tenía un talento especial para tocar la trompeta. Algo que siempre nos hacía sonreír era que, con Alfredo, nunca sabíamos si hablaba en serio o en broma, ya que siempre se salía con un chiste.
Ya en su etapa adulta, Alfredo luchó por el amor de su vida, quien finalmente se convirtió en su señora. Trabajaba en el Banco del Estado y, por esos designios de la vida que nunca llegaremos a comprender, nos dejó muy tempranamente.
Recordémoslo con cariño y mantengamos viva su memoria en nuestros corazones.

Recuerdo especial de nuestro querido compañero, Mauricio Sepúlveda. Mauricio era una persona única que siempre mostraba su auténtico ser, con su cabello largo y liso, y su característico collar de mostacillas. Su amor por la música rock, especialmente por la banda Kiss, era contagioso y siempre traía una energía especial a nuestro alrededor. Proveniente del Instituto Nacional, Mauricio era un ingeniero más de nuestros caminos, cada uno de nosotros con nuestras propias elecciones y destinos.
Mauricio optó por un estilo de vida diferente, eligiendo ser artesano y mochilero, recorriendo pueblos y viviendo experiencias que muchos de nosotros solo podemos soñar. Lamentablemente, la vida nos castigó con su partida. Su cuerpo fue encontrado por su familia en La Serena, lo cual nos ha dejado con un profundo sentimiento de tristeza.
Recordemos a Mauricio no solo por su partida, sino por la pasión con la que vivió su vida. Cada uno de nosotros puede llevar un poco de su espíritu libre y aventurero en nuestros corazones..

Hoy quiero compartir unas palabras sobre nuestro querido amigo y colega Luis Piña. Luis era una persona excepcional, tanto en su manera de hablar como en su forma de caminar. Su dedicación a los estudios y su compañerismo eran realmente admirables. Siempre estaba dispuesto a enseñar y a ayudar a quien lo necesitara, mostrando una generosidad y amabilidad sin igual.

Lamentablemente, la vida nos ha arrebatado a Luis debido a la leucemia, una enfermedad que le afectó durante mucho tiempo. Sin embargo, quiero recordar sus últimos momentos, tal y como nos lo contó su hermana. Luis falleció tranquilo y en paz, rodeado de amor y cariño.
Que su memoria nos inspire a seguir adelante con la misma pasión y bondad que él siempre mostró. Luis siempre vivirá en nuestros corazones y su legado perdurará entre todos nosotros.

PEPILLO AMIGO NUNCA TE OLVIDARE ,TU SERAS UNO DE MIS GRANDES AMIGOS DE TODA LA VIDA Y ESPERO QUE TE ENCUENTRES CON LOS NARIGONES RUZ Y SEPULVEDA, EL PIÑA Y VUELVAN A REIR COMO LO HACIAMOS EN EL LICEO Y ESPERANDO QUE ALGUN DIA NOS VEAMOS TODOS Y VOLVAMOS A SER LO QUE FUIMOS,.... UNA GRAN FAMILIA.
ADIOS AMIGO,HERMANO CHICO, HASTA SIEMPRE Y NO TE OLVIDARE.
Guillermo Brito